¿Por qué nos preocupamos por los musulmanes?
De la Conexión Musulmana de Shane
¿Alguna vez ha tenido la oportunidad de hablarle a alguien sobre su compromiso con los musulmanes? Puede resultar incómodo, ¿no? Hace poco conocí a una pareja fascinante. Mientras charlábamos, les pregunté a qué se dedicaban. Ambos eran científicos. Cuando me lo preguntaron, les dije que era pastor y escritor, que ayudaba a los cristianos a descubrir cómo comportarse como Jesús con los musulmanes. Respondieron, con las cejas tan levantadas que podrían haber servido como viseras para el sol: “¡Qué interesante!”.
Puede ser difícil hacerse amigo de , defender y luchar por personas que siguen una fe que difiere de la nuestra en aspectos tan clave y cuyos seguidores, sin importar el minúsculo porcentaje que representen, hacen cosas reprensibles .
¿Por qué nos preocupamos por los musulmanes?
Pienso en Jesús limpiando el templo , la “bomba en el corral”, una acción catalizadora que llevaría a Jesús a la muerte apenas una semana después. Un acontecimiento tan loco a primera vista, pero cuando se profundiza, aún más provocador. Jesús cita a Isaías y Jeremías: “…mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones, pero vosotros la habéis convertido en cueva de ladrones”. Suponiendo que la mayoría de sus oyentes conocieran los contextos de estas citas, las implicaciones son asombrosas.
Entre muchas otras promesas, Dios dice a través de los profetas: “También bendeciré a los extranjeros que se encomienden al Señor” y “Seré misericordioso… sólo si dejáis de explotar a los extranjeros, a los huérfanos y a las viudas…” (Is 56.6, Jer 7.5-6).
Ésa es una de las razones por las que amamos a los musulmanes: no deseamos que se dejen explotar para generar titulares alarmistas, para ser peones políticos o fantasmas del día. Anhelamos más bien que reciban las buenas bendiciones de un gran Dios a través de Jesús.
Que el mismo Jesús que limpió el Templo limpie nuestras conciencias para ver a los musulmanes, para amarlos con el mismo amor que Él tiene.
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